2.2. El Nacionalismo.
  • El nacionalismo no nació en siglo XIX, sino que hundía sus raíces en los siglos bajomedievales como elemento de reacción al feudalismo. 
  • La Revolución Francesa intensificó el movimiento como medio de exaltación de la nación frente a la monarquía absoluta.
  • Napoleón alentó los nacionalismos: en Italia criticó la presencia de los austríacos y ayudó a crear un reino nacionalista en Nápoles dirigido por Murat, un general suyo. 
  • Pero al mismo tiempo, el imperialismo agresivo que llevó a cabo estimuló los movimientos nacionalistas en su contra, como en el caso ruso, español o alemán (éste último abanderado por Prusia). 
  • Con la Restauración el nacionalismo constituyó una fuerza opuesta a los intentos de una ordenación artificial de los estados; ocurrió con los belgas, incómodos en su integración con Holanda; también con los polacos, que rechazaron la dependencia del Imperio Ruso; checos y húngaros, por su parte, intentaban desligarse del Imperio Austríaco.