2.5. Belle Époque.
  • Paris fue sede de una espectacular Exposición Universal, fue visitada por cerca de cuarenta millones de personas. 
  • Mostró ante todo una realidad: la extraordinaria confianza que Europa tenía en sus valores y en el futuro. 
  • La ascendencia del pensamiento, del arte, de la literatura, de la música (Wagner, Verdi, Puccini) europeos, era en 1900 indiscutible. 
  • Londres era en ese año «el corazón del mundo» (en palabras de H. G. Wells). 
  • Paris era el centro del arte y de la vida elegante, que tenían su prolongación en Montecarlo, la Costa Azul, Brighton, el Lido veneciano, la Riviera italiana, Baden-Baden, Biarritz (y cerca de esta, y para España, en San Sebastián). 
  • Berlín, Viena, Praga, Múnich, Barcelona, Roma, Florencia eran los epicentros de la modernidad. 
  • El mundo parecía fascinado por el legado histórico y artístico de la civilización europea: el mejor novelista norteamericano, Henry James (1843- 1916), hizo de ello el tema de varias de sus mejores obras (Daisy Miller, Retrato de una dama, La copa dorada). 
  • Magnates americanos como Frick, Mellón o Isabella S. Gardner compraron fabulosas colecciones de pintura europea.