Generalmente, las propagandas no son realizadas por empresas, sino por grupos de todos los niveles: organizaciones religiosas, partidos políticos, grupos étnicos.
En conclusión, puede ser que difieran en cuanto a sus propósitos; pero es muy fina la línea que separa a la publicidad de la propaganda, tanto así que en muchos casos; ambas pueden ir de la mano.
Al momento de hacer publicidad, las empresas podrías utilizar determinada ideología para atraer a más compradores hacia sus productos.
Por medio de esta ideología pueden crear una especie de razón, motivación o necesidad en las mentes de los consumidores.
Del mismo modo, muchas propagandas se combinan con mensajes basados en la publicidad; con el fin de obtener más éxito en su propósito. Ambas son diferentes, pero se entrelazan en muchas ocasiones.
En ambos casos se busca llegar a las emociones, las creencias, los deseos y las necesidades de la audiencia con el fin de lograr sus propósitos.