2.3.1. Cualidades del ser

El ser es:

Haga clic en los números para desplegar la información.

Uno. «Puesto que ahora es juntamente todo, uno y continuo». «Todo completo, único en su especie, inmóvil y sin término». «Todas las cosas son uno».

Eterno. «Nunca ha sido ni será, pues es ahora juntamente todo, uno y continuo». El ser tiene que haber salido del ser o de la nada. De la nada no puede salir. De sí mismo tampoco. Luego el ser es eterno, no ha tenido principio ni tampoco tendrá fin.

Imperecedero. «No hay nacimiento ni muerte». «Son nombres vanos todas las cosas que los mortales afirman creyéndolas verdaderas: el nacer y el morir, el ser y el no-ser, el cambiar de lugar y el mudar el brillante color».

Entero e inmóvil. «El Destino ha encadenado al ser a ser todo entero e inmóvil». «El ser, siempre igual a sí mismo; permaneciendo el mismo, reposa en sí mismo». No pueden darse mutaciones cualitativas ni cuantitativas, como tampoco movimiento local.

Para que se diera movimiento sería preciso que existiera el espacio vacío. Pero el espacio vacío o es ser o es no-ser. Si es no-ser, el ser se movería en la nada.

Si es ser, el ser se movería dentro de sí mismo. Luego no puede darse el movimiento (contra Heráclito y los pitagóricos).

Continuo, homogéneo e indivisible. El ser no está dividido por el no-ser o por el vacío (contra los pitagóricos).
El ser es igualmente ser en todas sus partes (contra Anaxímenes).

«El ser no es ni denso ni raro, porque lo enrarecido no puede ser igualmente lleno que lo denso, antes, por el contrario, lo raro es más vacío que lo denso».

«El ser es de igual fuerza desde el centro hacia todos sus lados; ya que no puede ser aquí demasiado y allí poco; no habiendo nada que le impida ser por doquiera semejante a sí mismo; ni el ser es tal que pueda haber aquí más y allí menos ser».

Lleno, compacto, finito, limitado y esférico. El ser es una esfera redonda, llena, compacta, igual y homogénea en todas sus partes; que tiene un límite extremo; dentro del cual lo mantienen las ligaduras de la Necesidad.

Ser y pensar es lo mismo». Esta frase no debe entenderse en el sentido hegeliano de que el pensamiento se identifique con el ser; sino solamente en cuanto que puede pensarse lo que existe (el ser); mientras que lo que no existe (el no-ser, la nada) no se puede pensar.