La ciudad más importante del imperio, era Roma, su capital.
En ella se podía ver una gran diferencia social, donde los miembros del orden senatorial y los ricos caballeros habitaban en los domus, residencias muy lujosas, y la mayoría de la población vivía muy modestamente, en los insulae, casas de inquilinato de hasta cuatro pisos, inseguras e incómodas.
El Bajo Imperio comienza con Diocleciano, que gobernó entre los años 284 y 305, estableciendo el sistema de la tetrarquía y pacificando el territorio.
El imperio fue dividido en una zona occidental, bajo su gobierno, y en otra oriental, a cargo de Maximino, ambos con el título de Augustos, pero eligiendo un César, cada uno, configurándose cuatro poderes imperiales.