El cuerpo del útero, que es muy muscular, se estira para acomodar al feto en desarrollo.
Sus paredes musculares se contraen durante el parto para empujar al niño a través del cuello uterino y la vagina. Durante los años de fertilidad, el cuerpo uterino dobla en longitud al cuello uterino. Después de la menopausia, sucede lo contrario.
Como parte del ciclo reproductivo de la mujer (que normalmente dura alrededor de 1 mes), el revestimiento interno del cuerpo uterino (endometrio) aumenta de espesor.
Si no se produce un embarazo durante ese ciclo, la mayor parte del endometrio se desprende y tiene lugar una hemorragia, que constituye el periodo menstrual.