MÓDULO III BIOLOGÍA
- 1. Competencias y criterios
- 2. Sistema Nervioso
- 2.1. El impulso nervioso
- 2.1.1. Tipos de neuronas
- 2.1.2. Propagación del impulso nervioso
- 2.2. Despolarización y repolarización de la membrana del sistema nervioso
- 2.3. La sinapsis
- 2.3.1. Tipos de sinapsis
- 2.4. Sistema nerviosos en invertebrados
- 2.5. Sistema nerviosos vertebrados
- 2.6. Sistema nerviosos humano y su función
- 2.6. – Sistema Nervioso Central (SNC)
- 2.6. – Sistema Nervioso Periférico (SNP)
- 2.7. – Actividad 01
- 2.8. Sistema endocrino
- 2.9. Clases de sistema endocrino
- 2.9.1. Clasificación de las hormonas
- 2.9.1.1. Clasificación de las hormonas vegetales
- 2.10. Partes y funciones de las hormonas del sistema endocrino
- 2.11. – Actividad 02
- 2.12. El aparato locomotor de los animales
- 2.13. – Actividad 03
- 3. Bibliografía y webgrafía
2. Sistema Nervioso
2.12. El aparato locomotor de los animales
Aparato locomotor de los animales invertebrados
- Su complejidad está dividida por:
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Los cnidarios no tienen un sistema locomotor especializado, pero sí disponen de células mioepiteliales capaces de contraerse y que son la base de su movilidad. En la forma móvil o de medusa, la contracción de las células mioepiteliales causa una expulsión de agua a través de la boca del animal. Eso provoca un movimiento de propulsión en la dirección contraria a la que se expulsa el agua. En las formas polipoides en muchos casos no encontramos ningún tipo de locomoción ya que resultan sésiles. En otros casos pueden usar las contracciones mioepiteliales para cambiar ligeramente de posición su base mientras los tentáculos los mantienen fijados al suelo.
En general los platelmintos no disponen de aparato locomotor especializado, pero sí tienen un esqueleto hidrostático y tejido muscular. Este tejido muscular está especialmente desarrollado en los turbelarios, de vida libre, y los más grandes pueden desplazarse gracias a la contracción de estos músculos. Los más pequeños, especialmente los acuáticos, usan la vibración de sus cilios para conseguir moverse.
El aparato locomotor de estos animales se encuentra debajo de la epidermis. Está formado por una capa bastante densa de tejido muscular estriado dividido en cuatro cuadrantes y conectado a las fibras nerviosas. El movimiento de los nematodos se produce por la contracción del tejido muscular provocando un movimiento ondulatorio.
Debajo de la dermis presentan dos capas de células musculares. Por un lado, músculos circulares y por otro, músculos longitudinales. La mayoría de los anélidos se mueven mediante peristalsis, es decir, los músculos de cada segmento se van contrayendo y relajando sucesivamente creando ondas de contracción que atraviesan todo su cuerpo. Otros poseen parapodios derivados de los músculos circulares que funcionan como extremidades para facilitar su movimiento. En algunos casos el sistema locomotor de estos animales se basa en movimientos de los cilios, especialmente en las especies acuáticas más pequeñas.
El pie es la estructura más importante del aparato locomotor de animales moluscos. Se localiza en la superficie ventral del organismo, es plana y tiene una musculatura importante. Además, suele presentar cilios y glándulas que segregan sustancias mucosas que también intervienen en la locomoción. Los bivalvos incluso presentan un par de músculos encargados de abrir o cerrar sus conchas. La mayoría de los cefalópodos se mueven de manera similar a como lo hacen las medusas, es decir, las contracciones musculares provocan la expulsión de agua a través de su sifón y eso les permite desplazarse.
Este grupo de animales artrópodos presentan por primera vez un exoesqueleto que les ayuda a mantener su forma y su cuerpo, a diferencia de los grupos de animales anteriores que como mucho disponían de un esqueleto hidrostático. Hay regiones de los artrópodos donde este exoesqueleto penetra en el cuerpo perdiendo algo de grosor en algunas de sus capas. Esto le permite flexionarse sin romperse formando lo que se conocen como articulaciones. Cada una de estas articulaciones está unida a uno o más de un par de músculos y estos músculos a su vez están unidos al exoesqueleto. Por lo tanto, cuando los músculos se contraen tanto las articulaciones como el exoesqueleto lo hacen en consecuencia. Este sistema ha permitido a los artrópodos desarrollar múltiples tipos de movimientos relativamente complejos tales como reptar, caminar, nadar, volar entre otros.
El grupo de animales equinodermos posee dos sistemas básicos para llevar a cabo su locomoción. En aquellas especies que tienen unos tentáculos flexibles, los músculos de estos tentáculos son los que les permiten moverse caminando o reptando por el fondo marino. En las estrellas de mar y erizos, el movimiento es normalmente llevado a cabo por los podios, unas estructuras cercanas a su boca que se cuentan por millares en cada individuo y que se mueven constantemente, aunque sin estar sincronizadas.