2.4. Colombia, rajada en cuidado ambiental.
  • Parte de la responsabilidad de lo que está sucediendo recae en la simplicidad del concepto de responsabilidad ambiental. 
  • Es muy agradable pensar que todos comprendemos y somos conscientes de que nuestras acciones personales inciden en el estado del planeta y de nuestros ecosistemas; es simpático creer que no son necesarios los controles policivos ya que cada individuo actúa según el interés común. 
  • Hay tratados enteros que justifican este modo de pensar y actualmente el concepto de gobernanza lo desarrolla para guiar al Estado y a la sociedad. 
  • Condensa todo esto la visión positiva de la humanidad en la que insistía Rousseau, y creo que todos los ambientalistas albergamos la esperanza de que así sea la realidad. 
  • El caso colombiano, pleno de complejidades físicas y de simplezas humanas, rodeado de dogmas opuestos, traumatizado por décadas de violencia y de corrupción, debería considerarse con mayor profundidad para evitar más deterioros.