2.3.1. Datos interesantes durante la colonia (1521-1821)

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La primera producción de cerveza en la Nueva España fue en 1542, Carlos V le otorgo la concesión a Alfonso de Herrera para producirla, en su fabrica llamada el portal, esta se encontraba entre Amecameca y el actual paso de Cortés, la concesión fue hecha por veinte años para venderla por todo el territorio que comprendía la Nueva España, si alguien se atrevía a vender cerveza, la pena era despojarlo de todos sus bienes. Tiempo después con una sola caldera y el limitado abastecimiento de cebada y trigo, testifico que tenía que vender su producción de 25 libras a ocho reales. (hoy día 700 reales de ese tiempo equivalen 1 euro).

Antes de 1770, las escuelas no contaban con baños públicos era una práctica común que niños y niñas salieran a la calle a hacer sus necesidades, para 1790, veinte años después el virrey Revillagigedo ordenó que los maestros debían cuidar que sus alumnos no salieran a la calle a ensuciarse, y ordenó construir lugares para que realicen dicha actividad, donde se permitía ir de uno en uno. Si el maestro no cumplía con tal indicación sería castigado con la pena de no volver a enseñar en ninguna escuela.

Las razones para esclavizar a los negros eran porque son buenos para aclimatarse, trabajadores dóciles y fuertes. La iglesia y la corona estaban en contra de la explotación de los indígenas, considerados como súbditos que debían ser cristianizados. Por el contrario los negros eran vistos como un ser inferior, carente de alma y por ello no podían considerarse como hijos de dios.

Durante el virreinato las ejecuciones eran públicas, y se realizaban en dos plazas, los delitos de fuero común eran en la plaza mayor, mientras que los autos de fe, dispuestos por la inquisición se llevaban a cabo a un costado del poniente de la Alameda.

¿Cómo se combatía la delincuencia durante el virreinato? existía un grupo llamado la santa hermandad llegaron en 1553. Los delincuentes que violaban y mataban eran ejecutados, con una saeta, las penas por robo variaban desde el destierro con azotes, una pierna cercenada, orejas arrancadas, cien azotes y prohibición de volver a montar un caballo.