La Ilustración es un movimiento complejo sustentado por las clases altas y los gobiernos absolutistas de la segunda mitad del XVIII basado en la creencia supersticiosa de que la educación en el saber racionalista, separado de lo sobrenatural, lleva a la virtud y a la felicidad y por eso hay que imponerlo al pueblo desde el poder de la monarquía absoluta.
Afecta a todos los aspectos de la vida. En política es el despotismo ilustrado, que es la culminación de la monarquía absoluta cuando los ilustrados son dueños del poder del Antiguo Régimen en la segunda mitad del XVIII.
Su objetivo, dicen que es «hacer a los individuos virtuosos y a los pueblos felices», arrancándoles de sus tradiciones populares a las que los ilustrados llaman supersticiones, especialmente a la religión católica. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo.