Religión.
  • China nunca ha sido un país muy religioso, puesto que se basaban tanto en el confucionismo, como en el taoísmo y/o el budismo, considerados más bien filosofías que regían el modo de vida y conducta de los ciudadanos.
  •  A diferencia de las religiones occidentales, los chinos no se apegaban a alguna divinidad en especial, sino en las fuerzas de la naturaleza. Creían en que cada ser vivo tenía un deber en esta tierra y que ya tenía ganado su lugar en el cielo, siempre y cuando cumpliera con dicha “misión” por la que fue enviado.