Los sonidos se caracterizan por tres cualidades muy particulares, la intensidad, el tono y el timbre que vamos ahora a estudiar con más detalles.
La energía transportada en una onda por unidad de tiempo y de superficie, es lo que llamamos intensidad, y es proporcional a la amplitud al cuadrado, o sea que para una frecuencia dada un sonido nos parece más intenso si su amplitud crece.
Esto es evidente si consideramos las moléculas de aire, cerca del tímpano; éste vibrará más fuertemente bajo la acción de los choques de las moléculas de mayor amplitud.
Para ser oídos los sonidos deben tener una intensidad mayor que la del umbraldeaudición y una intensidad menor a cierto valor que el oído no puede tolerar, llamado umbral de la sensación dolorosa. Pero estos umbrales dependen de la frecuencia.