El concepto de evolución proviene del término latino evolutivo y hace referencia al verbo evolucionar y a sus efectos.
Esta acción está vinculada con un cambio de estado o a un despliegue o desenvolvimiento y su resultado es un nuevo aspecto o forma del elemento en cuestión.
Podemos encontrar el término en frases como: «Tenemos que esperar por la evolución del paciente en la etapa postquirúrgica antes de determinar los pasos a seguir», «El joven tenista colombiano ha mostrado una gran evolución en su juego», «La evolución del negocio no fue la que esperábamos y tuvimos que abandonar el proyecto».